La escuela de educación especial responde a las necesidades específicas de los alumnos que la escuela regular no puede satisfacer, tanto a nivel pedagógico y social, como rehabilitador y/o de salud.
En general, en la escuela de educación especial, la ratio de los alumnos por aula es de entre 6 y 12, y normalmente, en cada aula hay una tutora y una educadora, lo que facilita una dedicación mayor y la posibilidad de programar tareas individualizadas para cada alumno, atendiendo de esta manera la diversidad del aula.
El ritmo de la escuela de educación especial está más adaptado a las capacidades y respuestas de los alumnos, no solo en tareas meramente pedagógicas o curriculares, sino también en el día a día de los alumnos. La organización y estructura del aula permiten respetar de manera más precisa el tiempo que cada uno necesita para realizar las tareas, como quitarse la chaqueta, sacar cosas de la mochila, responder preguntas, la hora de la alimentación, ir al baño, etc.
A menudo, los cambios de espacio en las escuelas de educación especial son más limitados y permiten que las transiciones a otras clases sean de un mejor acceso. Esto, obviamente, acorta el tiempo que implicaría el cambio de aula, brinda seguridad a los alumnos, reduciendo los estímulos interferentes en los pasillos, como ruidos fuertes o interacciones con otros profesionales. De esta manera, los alumnos se sienten más acogidos y aumenta su confianza, generando una mejor disposición para captar los aprendizajes escolares, sensoriales y de las actividades de la vida diaria.
La escuela de educación especial es inclusiva: incorpora actividades integradoras que favorecen una escolarización compartida siempre que se pueda llevar a cabo, y la inclusión de los alumnos con otras características dentro de la sociedad, partiendo de sus capacidades y respondiendo a sus necesidades. Cuando existe una escolarización compartida, el trabajo conjunto de la escuela de educación especial y la escuela regular, junto con la familia y el entorno más cercano del niño, es básico para favorecer el desarrollo global del alumno, tanto en sus aprendizajes más curriculares como en su desarrollo emocional y personal.
La Escuela de Educación Especial en Cataluña
Según el último registro de la Generalitat, en Cataluña hay 40 centros públicos de educación especial y 62 centros privados. Desafortunadamente, en la actualidad, las escuelas regulares no siempre tienen la dotación de especialistas que son necesarios para facilitar el aprendizaje real de los alumnos con dificultades, especialmente de los alumnos con dificultades más graves.
Para cubrir esta demanda en los centros regulares, surgen los Centros de Educación Especial Proveedores de Servicios y Recursos (CEEPSIR). Algunos profesionales de estos centros se desplazan a las escuelas regulares para ayudar en la orientación de las actuaciones más ajustadas a las necesidades educativas del alumnado y a desarrollar programas específicos de apoyo a la escolarización de los alumnos. Sin embargo, cuando estos alumnos tienen unas necesidades complejas y con unas características muy específicas e intensivas que no pueden cubrir los CEEPSIR, las Escuelas de Educación Especial son el mejor recurso ya que pueden brindar un servicio integral e intensivo más ajustado a las necesidades reales del alumno.
Tipos de Escuelas de Educación Especial
Hay escuelas de educación especial más generalistas que atienden a una gran diversidad de alumnos con una gran heterogeneidad de trastornos: discapacidad física y psíquica, problemas de salud mental, etc., y hay otras mucho más específicas y especializadas que atienden a niños con un tipo de dificultades y/o patologías más concretas, principalmente discapacidad psíquica y trastornos de conducta, o alumnos con autismo o pluridiscapacidad. Un ejemplo de escuela de educación especial especializada es la de Aspace, que atiende a alumnos con parálisis cerebral, patologías del neurodesarrollo y pluridiscapacidad, muchos de ellos con una alta complejidad.
La Escuela de Educación Especial Aspace Cataluña
En concreto, en la Escuela de Educación Especial Aspace, contamos con maestros especializados en educación especial, quienes disponen de herramientas y recursos específicos que facilitan la evolución y el desarrollo de los alumnos que requieren otro tipo de intervención en toda su escolarización. Además, contamos con técnicos especialistas que forman parte del equipo multidisciplinario de atención directa, como fisioterapeutas, logopedas y psicólogos, entre otros.
La escuela cuenta con los servicios del Hospital de Día de la Fundación, que responde cubriendo las grandes necesidades de apoyo y alta complejidad global del alumnado proporcionando la atención especializada necesaria.
La cartera de servicios que se ofrece desde el ámbito del Hospital de Día es:
Desde la Fundació Aspace Cataluña entendemos esta atención especializada como un modelo de atención integrada en la que intervienen y comparten los tres ámbitos de atención: sanitaria, social y educativa, básicos para el desarrollo global de la persona y para garantizar la calidad de vida familiar.
Es un modelo en el que se incorpora un servicio médico y rehabilitador (neuropediatras, médicos rehabilitadores, psiquiatras, trabajadora social y servicio de enfermería). Esto facilita la conciliación familiar, ya que las familias pueden disfrutar de un servicio adecuado a las necesidades de sus hijos en la misma escuela en la que están matriculados.