Sobre la parálisis cerebral

¿Qué es la parálisis cerebral?

La parálisis cerebral es un trastorno clínico producido por una lesión no progresiva en el cerebro durante el periodo de desarrollo. Se caracteriza por trastornos motores -tono, postura y movimiento y frecuentes signos asociados -sensoriales, mentales, ortopédicos, y/o epilépticos-.

Como consecuencia se da algún grado de discapacidad, es decir, limitación en la actividad y posible restricción en la participación. Con lo cual, la persona con parálisis cerebral requerirá una atención rehabilitadora integral.
 

Se trata de una enfermedad compleja que precisa de una buena planificación asistencial desde el primer momento. En la parálisis cerebral el abordaje desde edades tempranas en ámbitos como la salud, la educación y el bienestar social, es muy significativo para el futuro de la persona. Las actuaciones coordinadas desde la aparición de los primeros signos del trastorno entre profesionales de diferentes disciplinas favorecen la integración y la mejora de las secuelas, así como de la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral.

Esto justifica que la atención socio-sanitaria que recibe el colectivo sea diferenciada, haciendo que las actuaciones empiecen al inicio de su ciclo vital y lo acompañen a lo largo de su vida.
 

Otra definición de la parálisis cerebral:

“Grupo de trastornos del desarrollo del movimiento, el tono muscular y la postura que limitan la actividad, atribuidas a alteraciones no progresivas, producidas durante el desarrollo cerebral del feto o del niño.

El trastorno motor de la parálisis cerebral generalmente va acompañado de trastornos sensoriales, cognitivos, de la comunicación, de la percepción y de la conducta, así como de la presencia de crisis epilépticas. Secundariamente, aparecen deformidades musculoesqueléticas”.
(Executive Committe for the definition of Cerebral Palsy Developmental Medecine and Child Neurology 2007).

¿Qué provoca la parálisis cerebral?


Algunos de los trastornos asociados a la parálisis cerebral y que conforman la expresión clínica de la misma son los siguientes:

  • patología neuromotora/espasticidad, rigidez, distonía, atetosis, ataxia, hipotonía y parálisis
  • retracciones musculares, así como deformidades osteoarticulares
  • trastornos psicomotores y/o de organización del movimiento
  • patologías y trastornos mentales y psíquicos
  • patologías y/o trastornos de la comunicación y del lenguaje
  • patología epiléptica
  • trastornos sensoriales, sobre todo visuales
  • trastornos neuropsicológicos: perceptivos y ejecutivos
  • trastornos hormonales
  • patología odonto-oro-facial
  • trastornos digestivos y de la alimentación
  • patología respiratoria
     

La parálisis cerebral es una alteración de etiología multifactorial producida en un cerebro que está madurando durante la etapa prenatal, perinatal o postnatal –hasta los tres o seis primeros años de vida, según los autores-, e interfiere en cualquiera de los aspectos del desarrollo del niño. La parálisis cerebral muestra diferentes manifestaciones en su desarrollo neuropsíquico, así como en su capacidad de interacción y de relación.  
 

Tipos de parálisis cerebral


Se describen diferentes tipos de parálisis cerebral según los parámetros que usamos.
 

Cuando hablamos de la localización del trastorno motriz, tenemos:

 

  • monoplegia, hemiplejia, diplegia, paraplejia, triplegia, tetraplejia.
     

Por otro lado, podemos utilizar dos sufijos: el de paresia, para describir una pérdida de fuerza o parálisis incompleta o el de plegia; equivalente a parálisis.
 

Según el expresivo motriz predominante, hablamos de:

 

  • espástica, distónica o discinética, rígida, atáxica, atetósica.
     

Aun así, a menudo se trata de formas mixtas que combinan varios tipos.