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EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN PSIQUIÁTRICA Y PSICOLÒGICA EN LA PARÀLISI CEREBRAL A LO LARGO DEL CICLO VITAL

Son tres los ejes principales que guían la intervención del equipo de Psiquiatría y Psicología al Servicio de Atención Ambulatoria:

1. Realizar un buen proceso diagnóstico neuropsicosocial y orientación terapéutica ajustada al perfil del usuario.

2. Acompañamiento terapéutico de los usuarios y sus familias a lo largo del ciclo vital. Atención individual / familiar / grupal.

3. Atención global y multidisciplinar ajustada a las necesidades que presenta el usuario en cada etapa o momento evolutivo del ciclo vital.

La intervención psiquiátrica y psicológica en la parálisis cerebral (PC) implica necesariamente la realización de una buena evaluación de la globalidad del caso y de un diagnóstico neuropsicosocial, no solo en la acogida inicial sino a lo largo de su evolución. Esto nos permitirá identificar en cada momento las necesidades del usuario y de su entorno, así como establecer los objetivos de intervención. El proceso de evaluación psicológica requiere de la exploración intelectual y neuropsicológica a lo largo del desarrollo, del ajuste psicológico y el estado de salud mental del usuario, así como de su entorno social, su autonomía y funcionalidad. Como profesionales tenemos la responsabilidad de garantizar el acceso, a las personas con PC y otras patologías del desarrollo neurológico, a los instrumentos de evaluación necesarios. Requiriéndose, en ocasiones, la adaptación de los instrumentos a las limitaciones motrices, sensoriales y comunicativas, y el desarrollo de baremos específicos.

Es importante no presuponer ni caer en prejuicios, hay que evaluar en profundidad. Aunque la evidencia indica una alta prevalencia de Discapacidad Intelectual en comorbilidad con la PC, esta afectación puede ser muy variable siendo el informe de evaluación psicológica de especial utilidad y relevancia. Así mismo, la evidencia nos indica una mayor prevalencia de problemas de salud mental en la población con parálisis cerebral, tales como problemas de ansiedad y del estado de ánimo o trastornos de conducta entre otros.

Hablamos de funcionamientos mentales, pues la patología mental se instaura y tiene una estructura diferente al del resto de la población. Sin embargo, el propio diagnóstico de parálisis cerebral puede generar de forma inherente necesidades sensibles de ser atendidas por el equipo de Psicología y Psiquiatría. La atención psicoterapéutica en la PC y otras patologías neurológicas pasa por la intervención individual, grupal, familiar, así como por la coordinación con los agentes externos, dependiente de las necesidades del caso en cada momento evolutivo.

Destacamos la importancia de la coordinación continuada con todos los agentes externos que dan atención al usuario para tener una mirada global y unificada del caso, ayudando a que pueda evolucionar en todas las áreas. En la infancia la intervención es necesariamente familiar, y el proceso diagnóstico, o las coordinaciones con el entorno escolar, cobran especial relevancia para tener una visión de la globalidad del niño.

En la adolescencia la persona adquiere mayor autonomía y aparece una importante necesidad de pertenencia. En esta etapa, el grupo psicoterapéutico puede ser una muy buena herramienta de trabajo para abocar el malestar.

La edad adulta es un momento de confrontación con la realidad y las propias dificultades, así como de ajuste de expectativas y preocupación por el futuro. Por último, pero no menos importante, el envejecimiento es un proceso de revisión vital que de forma conjunta a un mayor deterioro y, a menudo, de sentimientos de soledad, pueden requerir de acompañamiento y atención psicoterapéutica.

Autor
Equipo de Psiquiatría y Psicología de Atención Ambulatoria

Unidad Polivalente Aspace (UPA)

Categoría:
Salud mental

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